MATÉ, MATEO
Dicen los sabios orientales que un hombre no necesita salir de su choza para conocer el universo entero.
Muchas son las circunstancias que, a lo largo de nuestras vidas, nos pueden llevar a tener que vivir aislados. Tal vez nunca olvidemos los días, los meses, que, por un motivo u otro, tuvimos que pasar recluidos, esas horas en las que el reloj parecía pararse y, sin embargo, el tiempo transcurría demasiado rápido.
En Viajo sin salir de casa, Mateo Maté nos recuerda que estar confinado no tiene por qué ser un impedi- mento para viajar con la imaginación. A través de unas evocadoras imágenes y unos textos rebosantes de sabiduría y lirismo, el artista nos propone una aventura por parajes tan cercanos como desconocidos. Nace así el mundo de las cosas pequeñas que llenan una habitación, un mundo dentro del mundo que, en su insignificancia, contiene todos los significados. Sólo los niños y los grandes maestros no han olvidado que, en palabras de Shakespeare, uno puede «estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirse rey de un espacio infinito».